Hoy escribo en respuesta a una petición que he recibido de Tricia, una buena compañera de experiencias varias aquí en Múnich. Tricia me pedía que escribiese sobre las dificultades de aprender un idioma que no te gusta.
Voy a tratar de recoger algunos testimonios sobre el tema, que a mi me han servido durante este tiempo y algunas experiencias propias al respecto: aunque estoy bastante satisfecha con la progresión que estoy teniendo en el conocimiento del idioma, hace unos meses experimenté una pequeña crisis, y con frecuencia cuando me preguntaban por mis avances con el idioma, me encontré a mi misma contestando lo siguiente: «hablo mal, pero hablo, LO QUE MÁS ME CUESTA es entender, para mi, entender es DIFICILÍSIMO».
Después de repetir y repetirME varias veces esta visión sobre el alemán, finalmente tomé conciencia de las palabras que estaba utilizando y como conozco el poder que tienen para crear la realidad, cambié el argumento y empecé a decir: «hablo todo lo que puedo y EMPIEZO A ENTEDERLO cuando me hablan….». Pues bien, qué «causalidad», que desde entonces, EMPIEZO A ENTENDERLO, por supuesto no todo, pero CADA VEZ ENTIENDO MÁS.
Me he dado cuenta de la importancia que mi actitud tiene frente al idioma y frente a la persona que me habla en cada momento, a la hora de entenderlo o no. Cuando alguien se acerca por la calle a pedirme algo, no le entiendo… cuando estoy enfadada… tampoco, cuando se está hablando de un tema que no me interesa, tampoco… En definitiva, cuando no quiero, no entiendo, pero cuando tengo interés en una persona o en una situación, o cuando quiero aprovechar la oportunidad para seguir desarrollando mi alemán, «magicamente» entiendo, hasta lo que «no entiendo»… en esos casos puedo imaginar con sorprendente acierto lo que me están diciendo.
Una buena amiga, Sol, muy experimentada ya con el alemán… me dió un buen consejo por aquellos días, me dijo: acógelo, abrázalo, ábrete al alemán, quiérelo… – y sí Solaichen… una vez más, tenías razón.
Otra clave que nos ha ayudado a muchos es perder la veguenza, quitarnos los complejos, pedir que nos lo repitan y que nos lo vuelvan a repetir, y lanzarnos a hablar de todo y con todos; ellos se divierten, te preguntan sobre España, las vacaciones, curiosean un poco sobre tu vida, y tú haces publicidad del Turismo en España y aprendes alemán… ¡todos ganamos!
Si te estás encontrando con dificultades en el idioma, si crees que ya lo has probado todo… anímate a probar el Coaching, probablemente, te sorprenderás.
Eres una crack… con fotito de diccionario y todo!!!
¡Has visto! Jaaaaaaaaa jajajaja… Si es que «la tecnologida…» hoy en día te lo pone todo muy a mano… ; >
Ya no es el alemán o el inglés o el swahili. Realmente, tienes razón, es nuestra voluntad en poner empeño. Gracias por el post
Efectivamente Almudena, esto lo podemos aplicar a los idiomas o a lo que sea, a veces se nos olvida el enorme poder que tenemos cuando ponemos voluntad para hacer y conseguir algo diferente a lo que estamos haciendo….
Cuando queremos, verdaderamente somos seres poderosos…
¡Gracias a ti Almudena!
Tienes toda la razón perder la vergüenza y quitar los complejos. Me dí cuenta al venir a Alemania por primera vez que, aún sabiendo, no hablaba el alemán por si cometía faltas. Poco a poco entendí que precisamente hablándolo era la mejor forma de aprender y mejorar mi nivel.
Muy buen post. Saludos!
Claro Alicia, si lo piensas… Imaginate que estás en España, te encuentras con un alemán y empiezas a hablar con él… ¿esperarías que hablase un correcto castellano? Yo no… a mí me sorprendería mucho que hablase correctamente, lo que me esperaría es que hablase como pudiera y valoraría mucho su esfuerzo por comunicarse conmigo en un idioma que no es el suyo… ¿por qué no vamos a esperar lo mismo de ellos?
¡Gracias por tu comentario! Buen finde
¡Cómo me gusta leerte así!!!
Esa actitud es la que potencia el aprendizaje.
Besos mil
¡Cómo me gusta leerte así!! Esa es la actitud que potencia el aprendizaje.
Macht weiter bitte
Besos mil
¡Gracias Solaichen! No puedo estar más de acuerdo… Me ayudó mucho tu forma de enfocarlo amiga y de esta forma, lo estoy compartiendo con otros que como nosotras, en algún momento se han enfrentado al obstáculo del idioma. Un besazo Cielo
«cógelo, abrázalo, ábrete al alemán, quiérelo…»
de pura emoción me saltan las lágrimas
Hay que cambiar un poco el enfoque…. hombrepodió… jaaaaaaaaaaaa jajaja. Inténtalo Xavi, ¡tú puedes!
pero yo sí hablo alemán 😉 lo que no hago es cogerlo, abrirme a él, abrazarlo, en todo caso lo haría con la alemana …
jaaaaaaaaaa jajajaja, pues nada, abraza a «la idioma» alemana… jaaaaaaaa jajajaja, cógela abrete a ella y que sea lo que Dios quiera, jaaaaaaaa jajajja
Hola!!
A mí si me gusta el alemán, lo encuentro interesante…Yo he notado que no me cuesta tanto entender pero hablar es otra cosa. Hay días que estoy mejor que otros (solo llevo tres meses en Alemania y estudié 4 meses en España, o sea, nada) . Por la mañana hablo mejor que por la tarde y a veces voy a cámara lenta cuando entiendo jaja…Pero a la hora de hablar ya empiezo a darme cuenta de mis errores…
Pero a mi no me ha pasado que a la gente le guste hablar conmigo o que les haga gracia…todo lo contrario…si pueden comunicarse en inglés, lo hacen…Recuerdo una vez en una tienda de Vodafone fui a cargar el teléfono y cuando empecé a hablar la vendedora me dijo que si era española y le dije que sí y empezó a hablarme en español. Le dije que prefería hablar en alemán porque quería aprender y me contestó que era mejor el español para no perder el tiempo
Yo no estoy teniendo la percepción de que les guste mucho hablar de España …
Gracias por tu comentario Patricia. Es lógico encontrarnos de todo… Como les pasaría a ellos en España, no siempre tenemos la misma paciencia… Con respecto a lo que dices de que te contestan en inglés… jaaaaaaa jajajja, sí, con frecuencia ocurre; te recomiendo otro post sobre el tema: Risas y Alemán, en el que verás uno muy interesante al respecto de un blog muy divertido: Berlunes… ¡Buena semana!