Yo sí lo tenía, sobre todo con el correo electrónico: me pasaba mucho tiempo consultándolo a ver si me habían contestado esto, había recibido aquello o tenía alguna noticia interesante. Empecé a tomar conciencia del problema cuando me di cuenta de lo rápido que se me había pasado el día y las pocas cosas planificadas que había hecho…
El tema es serio, hoy en día estamos tan expuestos a estimulaciones de todo tipo a través de las telecomunicaciones, que cada vez son más frecuentes los casos de tecnoestrés… y cuando llegamos a ese punto, el único remedio pasa por la desconexión total… ¿os imagináis cómo sería trabajar y comunicaros con vuestra gente sin estar “conectados”? Hoy en día difícil… ¿no?
Es uno de los temas que trabajé con Ana Spósito, mi Coach, ella me dijo “escribe sobre el tema Lola, prueba a ver qué te está funcionando a ti para solucionarlo y compártelo”, así que, aunque han pasado ya unos meses desde aquello, hoy os cuento lo que puse en práctica.
Es sencillo, lo que hice fue aplicar algunos principios básicos de organización en el trabajo y de gestión del tiempo, que se traducen en que cuando estoy trabajando, el correo está cerrado y lo consulto únicamente 3 veces al día: al inicio de la jornada, al mediodía y al final de la jornada; en estas 3 ocasiones, hecho un vistazo tanto al correo como a otras redes sociales en el caso de que haya recibido algún mensaje en Facebook, Twitter o el Blog. De esta forma mientras estoy trabajando, estoy trabajando, me concentro mejor y disfruto más de lo que estoy haciendo con tranquilidad.
Por otra parte, antes de consultar el correo, decido cuanto tiempo voy a dedicar y establezco prioridades, de forma que hay correos que no contesto en el momento, y los dejo para otro rato de esos tres, en el que tenga menos flujo.
Durante este proceso, en algún momento me descubría a mí misma auto boicoteando mi plan “voy a entrar un momento a enviar este correo que es muy importante, pero salgo enseguida…” ¡Qué divertidos somos los humanos! Para no caer en mis propias trampas, lo que hago es agrupar para esos momentos los correos que yo tengo que enviar y el resto del tiempo “me desconecto” con la certeza, de que si hay algo que realmente no pueda esperar, el teléfono sonará… Al fin y al cabo, el correo electrónico es un invento de lo más reciente.
Los fines de semana, consulto solo un momento por la mañana el correo, y no contesto los del trabajo hasta el lunes. Esto me ayuda a desconectar durante el fin de semana (mis clientes lo agradecen porque luego estoy mucho más fresca) y a recargar las pilas.
Espero que alguno de estos consejos de “todo a cien” te sirvan, pero si necesitas algún apoyo extra en tu proceso de “descolgarte de la red…”, no dudes en llamarme, seguro que lo consigues.
jejeje que bueno Lola, a mi me sirven!! y una vez mas voy a tomar nota de tus sabios consejosss… Gracias por compartirlo compi!
Un abrazo fuerte, Mer
¡Tú sí que eres sabia Mer! Un beso fuerte y gracias
Pues esto tan sencillo que a mi me parece de cajón, porque si no, no haces nada más que responder emails, me valió a mi una «reprimenda» en mi trabajo actual porque «algunos emails son urgentes y hay que responderlos inmediatamente» por lo que hay que estar pendiente constantemente de lo que entra y responderlo en el momento (órdenes de arriba). Conclusión: no hay forma de concentrarse. En fin, qué lucha, señor!!!
Pues si tienes que mirar el correo urgente, puedes hacer lo mismo aumentando el número de veces que consultas – por ejemplo, a horas fijas – y reduciendo el tiempo que dedicas a contestar… y entre medias, ¡a disfrutar trabajando en otra cosa!
También puedes enviarle el post a tu jefe y decirle de mi parte, que cuando agrupamos tareas similares somos mucho más efectivos… ¡Un besazo cariño y gracias!
Con retraso… pero léido!
Simpático y verdaderamente cierto!
Besos y hasta manana… a mediodía, en mi pausita para leer! 🙂
Nunca es tarde si la dicha es buena… ¡artista! Espero que te hayas recuperado de las actuaciones… Una pausita mañana…¡genial! Eso me motiva mucho para escribir bien, a ver qué se me ocurre para compartir mañana. Un besazo Carmen