Empieza febrero, el mes de la amistad y el amor, el febrerillo loco que dicen por ahí y me parece que esto puede estar bastante bien conectado con el tema del apego. La semana pasada leía este interesantísimo artículo de Sergio Fernández al respecto: Apego y desapego Un blog más que recomendable por cierto, el de Sergio.
A mí el tema del apego, me sugiere además un par de cuestiones. Por una parte, el apego, no solo se puede manifestar hacia las personas, sino también hacia las emociones. Es posible que en un momento dado, nos encontremos reteniendo emociones de forma artificial, sin darnos cuenta. Es posible que hayamos pasado por una parte de algún proceso interno en el que la rabia estuviese muy presente, por ejemplo, y podemos correr el riesgo de acostumbrarnos a esa emoción, y por la propia capacidad de adaptación que tenemos como seres humanos, llegar a sentirnos “cómodos” experimentándola. Cuando nos hacemos conscientes de ello, podemos trabajar el desapego: dejar marchar esa emoción, dejar de aferrarnos a ella y como dice Sergio Fernández, mirar a nuestro alrededor con los ojos muy abiertos y dejarnos invadir por otras sensaciones, hacer algo por nosotros y abrirnos a otras posibilidades.
Por otra parte, el apego vs el desapego, me sugiere la posibilidad de entrenarnos en una forma de relacionarnos con los demás más auténtica, desde la autonomía de nuestro SER, desde la plenitud de ser seres completos, desde la certeza de que todo lo podemos encontrar en nuestro interior, en definitiva desde el amor y desde el desapego. En ese escenario funciona el ciclo de dar y recibir con naturalidad, me relaciono con los demás espontáneamente, dejo salir esa energía que me comunica con ellos con confianza, con claridad, con respeto por mí y por ellos, y con responsabilidad sobre mis actos.
Y a ti ¿se te ocurre alguna otra forma más de entrenarte en el desapego?
Qué tal si disfrutamos de este febrerillo loco aprovechando para jugar con este concepto. Yo creo que nos traerá buenas sensaciones ;D
¡A por ello! 
Muy bueno, Lola, y muy de acuerdo. En el plano de las emociones, cuando retienes una y empiezas a liberarla, al principio es como un hilillo pero luego sale «a modo cascada» y te sientes tan bien que te preguntas por qué no lo has hecho antes.
Ese es el sentido de las emociones Sergio, vienen con información importante para los que las sentimos. Solo quieren ser escuchadas, tenidas en cuenta y después, están listas para salir y marcharse. No vienen a instalarse. Gracias por compartir con nosotros tu experiencia amigo!