Releyendo la semana pasada a Norberto Levy, que de verdad, no me paga comisión… pero ofrece claves muy prácticas en materia de Inteligencia Emocional, hablaba de una especie de personajes interiores que me hicieron reflexionar.
Escribiendo sobro las «bondades de ser exigente», decía que dentro de una persona exigente hay un personaje EXIGIDOR y otro personaje EXIGIDO. Sin contarlo literalmente, os voy a hablar un poco de este tema.
El Personaje Exigidor, ha aprendido a exigir y es lo único que sabe hacer, sin tener en cuenta nada. Es un pequeño Dictador Interior que nos recrimina constantemente y con muy malos modos, es un tirano, está 24 horas recordándonos lo que TENEMOS QUE hacer, presuponiendo que el Personaje Exigido es un vago, que opera con la ley del mínimo esfuerzo, y que no hace nada si no es a palos. Muy alejado de la realidad, nos exige constantemente soluciones, sin tener en cuenta otros factores externos o internos del propio Personaje Exigido, que en ocasiones se cansa, enferma, o tiene otras opiniones con respecto a las exigencias que recibe.
El Personaje Exigido está frustrado, cansado, se siente ignorado, no se tiene en cuenta su opinión, no se valora su esfuerzo, lo único que recibe son exigencias y «caña, mucha caña».
Estos dos personajes están dentro de la persona exigente, el exigente ha aprendido a exigir y a exigirSE y no atiende a su personaje exigido… aunque no pueda más. Es fácil ver que esta situación, llevada a un extremo no puede sostenerse por mucho tiempo. El Personaje Exigido deja de disfrutar de las cosas que hace, para él todo es una obligación, y la alternativa es la inactividad, no contempla la posibilidad de disfrutar haciendo las cosas, para eso necesitaría aprender a fluir, eso es lo que nos permite conseguir los mejores resultados.
Afortunadamente, tenemos otro personaje, Levy le llama ASISTENTE INTERIOR. El asistente interior es «el equilibrado de la familia», es el que escucha las razones del Personaje Exigente y pregunta cómo se siente al Personaje Exigido, es el que consigue que entre ambos personajes se genere un diálogo entre iguales, en el que se llegue a acuerdos entre lo que se quiere o se necesita hacer y la energía disponible para hacerlo, la elección del momento más adecuado. El asistente interior escucha al Personaje Exigido y este se siente comprendido y tenido en cuenta, y las consecuencias que tiene esto son muy diferentes a las que comentábamos antes… Cuando el Exigido se siente bien, es más productivo y genera resultados excelentes.
Te dejo pensando… ¿Eres muy exigente? ¿Crees que eso es positivo? ¿Escuchas a tu Personaje Exigido? Si quieres que te eche una mano con tus personajes interiores, contacta conmigo.
Como siempre, me encanta tu post Lola. En el sistema Río Abierto también trabajamos con nuestros personajes internos y el exigidor es uno de lo míos más fuertes! Me siento siempre muy tocada por tus palabras pues acá no tengo a mi grupo (de Río Abierto) que tenía en México y cómo me hace falta! Pero con tu blog, me siento más acompañada 🙂
Un besote
Gracias Gaby, me alegra que te sirva, y como digo siempre, lo que más me alegra es que lo lleves a la práctica: La próxima vez que tu personaje exigidor te dé órdenes, pásalas por el filtro del asistente interior, y deja que le pregunte a tu personaje exigido cómo se siente… Para que entre los tres encuentren el momento más adecuado para hacer, eso sí, lo que sea necesario hacer, y DISFRUTARLO… Otro beso, Lola
Qué bueno Lola, me encanta el planteamiento de dialogar con el personaje exigente y el exigido… y ESCUCHAR, ambas necesidades… es como la vida misma.. La verdad que se trata de aprender a ESCUCHARNOS A NOSOTROS MISMOS y ser capaces de negociar y dialogar con nuestro interior de una manera ecológica.
Esta semana voy a poner en práctica esta escucha con mi lado Exigente y mi lado Exigido y ya te contaré que tal me ha ido… Gracias por moverme a la ACCIÓN!
Un abrazo para toda la family (de personajes), Merche
Gracias a ti Merche, la familia te saluda… jaaaaaaaaa jajajja y te invita a utilizar más al Asistente Interior… Aunque tú en eso Compi juegas con ventaja!!
Un besazo y sí, ya me contarás…
¡¡¡cómo me ha gustado!!!! tú ya sabes como es mi EXIGENTE, y hoy te habla el EXIGIDA, contenta por tus palabras como siempre…
¡Qué bien Preciosa!
Querida «exigida», no hagas tanto caso a tu «exigente», mándale de vez en cuando a freir espárragos y disfruta de la vida… al fin y al cabo para eso estamos ¿no? Y lo mejor: por el camino de disfrutar de la vida harás grandes cosas, esas que quiere la petarda exigente… jaaaaaaaaaaaaaaa jajjaja, de verdad. ¡Un besazo!