Así se llama un libro del que quiero hablar hoy, escrito por Ovidio Peñalver y de muy recomendable lectura para todos los interesados en la práctica de la Inteligencia Emocional.
Peñalver escribe, saliendo del terreno individual y poniendo el foco emocional en los grupos, en los sistemas. Un sistema es un conjunto de individuos con una finalidad común: tu familia de origen es un sistema, la familia que has creado, otro, tus compañeros de trabajo, tus compañeros de afición, la comunidad en la que vives… todo son sistemas.
El autor habla de un concepto que me ha encantado, el de “Sostenibilidad Emocional”, y equipara necesidades de control, ya reconocidas por muchas organizaciones, que invierten en control de calidad, auditorías financieras, ambientales y de prevención de riesgos laborales, con esta otra necesidad, aún no reconocida por muchos, que es la “Sostenibilidad Emocional” de las organizaciones y sistemas de las que formamos parte, y en las que pasamos una buena parte de nuestra vida.
Cuando leo este libro, constato con alegría que sí, algo está cambiando en “este nuestro mundo”, y lo mejor es que lo estamos cambiando nosotros. Lo bueno de las crisis, y perdóname por repetirme, es que nos hacen tomar conciencia de cosas que son importantes para nosotros y para los sistemas a los que pertenecemos, y yo creo que una de las cosas que se está poniendo de manifiesto en los últimos tiempos, es que ya va siendo hora de que nos tomemos, los valores y las emociones un poco más en serio, y trabajemos por integrarlas y fluir con ellas en el día a día de nuestras actividades.
Ovidio Peñalver propone en cada capítulo, varios ejercicios prácticos que nos ayudarán a aterrizar estas buenas ideas en reflexiones que nos lleven a acciones concretas sobre alguno de nuestros sistemas, que esté necesitando un poco de atención y cuidados. Además, la mayoría de estos ejercicios, son aplicables también al terreno individual, así que “miel sobre hojuelas”, por ejemplo: uno muy bueno sobre el resentimiento vs las expectativas demasiado elevadas que a veces tenemos de los demás.
Espero que te guste y te ayude a ti también a velar por esa sostenibilidad emocional que tanto necesita “esta nuestra sociedad”.
¡A por ello! 
Lola, muchas gracias por la recomendación, el tema de los sistemas me interesa mucho y si me recomiendas el libro será de obligada lectura.El tema de las emociones colectivas, es algo muy novedoso pero impregna, como tu dices nuestro día a día. Un abrazo fuerte y te agradezco la aportación!Merche
Gracias Merche; sí, nos queda un apasionante camino por recorrer en el terreno de la emocionalidad de nuestros sistemas y creo que lo que podemos conseguir, es mucho y muy bueno para todos. Es responsabilidad de cada uno aportar su dósis de influencia positiva a ese sentir de nuestros sistemas familiares, profesionales y sociales, y yo creo que es una tarea muy bonita. Un besazo y que sigas aportando tanto y tan bueno a tus sistemas, a alguno de los cuales tengo el placer de pertenecer…
Leer a Ovidio es un placer, y trabajar con él aún más ( doy fe ). El optimismo que trasmite y su saber hacer son referencia para todos los que nos dedicamos a trabajar con las personas y las organizaciones.
Nos vemos pronto Lola !!
Besos
Nos vemos en ná y menos Pilar… jaaaaaaa jajjaja. Un besito y enhorabuena por la experiencia…