Aunque todavía tengo mucho que aprender con respecto a este tema, quiero compartir algunas reflexiones pues he recibido varias peticiones de los „leyentes“ relacionadas con él; entre ellos Jesús, Elena y MamaenMúnich (blog que recomiendo a todos los papás y mamás, tenéis el enlace a la derecha) echaban de menos información sobre la aplicación práctica de la Inteligencia Emocional con los niños.
Igual que como adulto necesitas dejar de juzgar y censurar las emociones que sientes, como primer paso en el desarrollo de tu inteligencia emocional, necesitas evitar juzgar las que sienten tus hijos, para que después ellos tampoco lo hagan…; en ese sentido, ayudaría evitar mensajes que asocien calificativos negativos a las emociones, del tipo “Dani ES malo porque se ha enfadado con su hermanita” o “ Toni ES un gallina porque le da miedo la piscina”. Las emociones no califican a una persona por el mero hecho de sentirlas, son simplemente estados necesarios por los que todas las personas pasamos.
Si a los adultos nos cuesta identificar las emociones que sentimos, imaginad a los niños; ellos no saben que lo que sienten cuando les dejas solos en el cole es miedo, o enfado, cuando su amiguito les quita sus juguetes; explicarles lo que sienten les ayudará a conocer sus emociones, a verlas como algo natural y a tener en cuenta la información que les dan, para ir aprendiendo poco a poco a resolver las situaciones que se les van a presentar en la vida. Mensajes claros del tipo “María estás enfadada ¿verdad? ¿Cuéntame que ha pasado y así te ayudo a resolverlo?” son sencillos, clarificadores, no juzgan y ayudan al niño a pensar en alternativas.
Otra cosa que yo creo que ayudará a los niños a desarrollar su Inteligencia Emocional, será reconocer y hablar abiertamente con ellos de las emociones que experimentas como adulto; hemos aprendido que los niños son seres indefensos a los que hay que proteger y mantener aislados de nuestros problemas como adultos… Creo que si queremos educar a los niños, debemos compartir con ellos, con un lenguaje adaptado a su edad, los acontecimientos que vivimos y las emociones que experimentamos, de esta manera, “para Tina será fácil entender que Papa está triste porque tiene un amigo malito” o “que Mama se ha enfadado porque no ha hecho los deberes”.
Hay que permitir al niño expresar sus emociones, para que las canalice y ¿de qué forma se expresan los niños? Los cuentos, los dibujos y las pelis pueden ser buenas herramientas a su servicio (seguro que los que tenéis hijos conocéis muchas más… ; >), por qué no pedirles que nos cuenten si alguna vez han sentido tanto miedo como el niño del cuento, o que nos pinten cómo se han sentido esta mañana en el recreo, o qué está sintiendo el protagonista de la peli cuando….
Daniel Goleman en “Inteligencia Emocional” comenta un juego que puede ser muy interesante para los conflictos infantiles (y desde luego, también para los adultos…):
“Sentar a los dos implicados e invitarles a escuchar a la otra parte sin interrupciones ni insultos (dando así a ambas partes la oportunidad de calmarse y expresarse); después, cada uno de ellos repite lo que ha dicho el otro verificando así que le ha escuchado y finalmente entre todos buscan soluciones creativas hasta dar con una, que se puede incluso firmar por parte de los dos”.
Para terminar, si como padre trabajas en desarrollar tu inteligencia emocional, tienes comportamientos asertivos, practicas la empatía y la escucha activa… es muy probable que tus hijos hagan lo mismo, pues como decía mi padre, los hijos son como “un mono de repetición”.
Ponte en contacto conmigo si necesitas trabajar alguno de estos aspectos, con unas cuantas sesiones de coaching puedes encarrilar el tema. ¡Gracias!
Que buen tema Lola, creo la Inteligencia Emocional con niños es un campo precioso y por explorar. Que bueno que te hayas animado a escribir sobre el tema, porque no olvidemos que los niños son el futurooo y hay que cuidar mucho la Inteligencia emocional que les enseñamos. Sin olvidar que nosotros muchas veces tambien somos como niños, emocionalmente hablando. Besitos y que tengas un buen día!! Ah y gracias por compartirlo con nosotros.. Mer
Sí Merche, este es un tema que habría que enseñar a los padres…. y a los hijos, para que cuando sean padres continuen el ciclo. No se enseña en las escuelas y así pasa, que estamos todos muy carentes… yo creo que «el mundo» necesita desarrollar su inteligencia emocional… ¡Gracias Compi!
Hola Lola,
Gracias por haber escrito esta entrada.
Me parece uno de los temas más importantes que existen.
Teniendo en cuenta que uno de los problemas que más siento como adulta es la mala gestión de mis emociones, como madre siento una grandísima inquietud por saber si sabré enseñar a mi hijo a gestionar las suyas. Y no sólo eso, sino todo lo que conlleva la inteligencia emocional: La empatía, la solidaridad, y sobre todo la asertividad.
Aquí te dejo un link interesante (http://www.superpapas.es/expresion-de-las-emociones), pero el tema es para hacer por lo menos un taller con padres, te digo que aquí en Múnich se te llenaría enseguida. (¡Yo la primera!)
Gracias a ti María por sugerirlo, pues mi intención siempre es escribir sobre temas que respondan a necesidades reales de personas reales como tú y como yo. Le echaré un vistazo al link que me envías y con respecto a un taller para padres, está en la lista de cosas que quiero preparar en los próximos meses. Yo te aviso, no te preocupes. ¡Un beso grande!