Sí… ¡Ya te digo! Aquí en Múnich hemos pasado del jersey a la camiseta… pero no quiero hablar del tiempo meteorológico… hoy quiero hablar de las sensaciones y emociones que acompañan a la primavera.
Estamos en una estación que representa RENOVACIÓN, y la naturaleza tiene unos cuantos ejemplos que mostrarnos: estos días es fácil ver plantas en las que todavía “resisten” unas cuantas hojas de la temporada pasada… y en las que empiezan a brotar las de la nueva temporada ¡y ambas conviven! Esa convivencia durará poco, el tiempo que necesiten las antiguas para pasar el testigo a las nuevas…
Yo creo que en nuestro desarrollo, sucede algo parecido: en primavera, y en general siempre que atravesamos alguna pequeña o gran crisis, nos renovamos: las nuevas ideas vienen a sustituir a las antiguas, los nuevos hábitos, las nuevas creencias y certezas, vienen a imponerse a las antiguas. Yo encuentro este fenómeno maravilloso, creo que representa muy bien la esencia de la vida, durante nuestra vida todo se renueva, y en ese transcurrir, nosotros también lo hacemos.
Claro, en ese proceso, es posible que experimentemos alteraciones; ante los cambios, sentimos que algo se tambalea, que no pisamos tierra 100% firme y es fácil que nos asustemos…: “¡¿Qué me pasa?! Hacía mucho tiempo que no experimentaba estas o aquellas emociones…”… y sin embargo, nos ayudará recordar que detrás de todo período de turbulencias, encontramos crecimiento y renovación, y que el resultado en el que nos convertimos tras ese período siempre es mejor de lo que éramos antes.
Hoy te invito por tanto, a dar la bienvenida a la primavera, y a las crisis de toda índole, si están aquí es porque han venido a hacer algo (o a que hagamos nosotros algo), si no, no vendrían… Entramos en crisis cuando tenemos algo importante que aprender… Aprendamos pues, no echemos en saco roto esta oportunidad de aprendizaje… Pues si no la aprovechamos hoy, es muy probable que vuelva mañana.
Si necesitas apoyo en ese proceso, llámame… ¡Y disfruta de la primavera! Porque se pasará… como todo.
Menos mal, gracias por tu post, estaba hasta el gorro de escuchar solamente acerca de la prima de riesgo, no contigo claro – esta otra prima me resulta más agradable – y opino como tú, no hay que poner obstáculos a la Renovación, aunque seguramente te has confundido y quieres decir la Revolución – además de mi revolucionario comentario a tu post, deseo compartir con tus lectores un texto que me ayuda en todas las estaciones: «El Arte de Armargarse la Vida», del genial Paul Watzlawick, descargable gratis de la internet por cierto, besitos xavi
Gracias Xavi, por el comentario y por el libro. Yo también creo que renovarse y revolucionarse se parecen mucho… ¡Buenos términos en cualquier caso! Besos también para tí