Yo sí, me ha costado mucho reconocerlo, de hecho, es un tema que todavía me cuesta aceptar, pero sí, soy falible.
Durante mucho tiempo me exigí ser infalible, yo no lo sabía, pero no me permitía enfermar, tampoco me podía enfadar, tenía que ser siempre productiva, simpática, estar guapa…
Ha sido un camino largo, y todavía no he completado todos los pasos, pero ahora me permito ser falible, me permito enfermar, estar de mal humor, descansar, tomarme tiempo para recuperarme, estar seria y tener una imagen mejorable.
Y hoy me permito escribir un post cortito, necesito el tiempo para mí. Lo comparto desde la experiencia de constatar con mis clientes que la mejor manera de apoyarles en sus desafíos es compartir mis propias limitaciones, ser coherente y como decía mi profe Paco Yuste… “el ejemplo no es la mejor forma de influir en los demás, es la ÚNICA”.
Mucho ánimo! un abrazo enorme desde la distancia!
Gracias compi! Otro de vuelta
Qué bien Lola. ¡Bravo! Te mando un abrazo grande
Gracias guapa, lo recibo con mucho gusto! Otro abrazo para tí