Lo sabemos… y sin embargo con frecuencia lo olvidamos: el presente es lo único que existe, el pasado pasó y el futuro aún no ha llegado.
Y sin embargo, con cuanta frecuencia nos juzgamos por lo que no hicimos: por no haber estudiado suficiente, por no haber cuidado más aquella relación, por no haber trabajado mejor, por no haber cuidado más nuestro cuerpo… ¡como si sirviera de algo lamentarse por el pasado!
En el otro lado, nos preocupamos mucho por lo que pueda pasar, tememos perder a nuestros seres queridos, tener dificultades con el trabajo, problemas económicos, de salud… ¡como si así estuviéramos previniendo que algo de todo eso pasara!
Pues si “agua pasada no mueve molino” y el futuro está por escribir, hoy propongo que vivamos el presente, que nos centremos en qué vamos a hacer hoy, en este momento, con relación a esos estudios, ese trabajo, esa relación o ese cuerpo que a lo mejor tenemos un poquito abandonado. Qué paso concreto vamos a dar hoy, recuerda que no tiene que ser un gran paso, puede ser pequeño, lo importante es que lo des.
Sólo existe el hoy pero tenemos que mirar al futuro para prepararnos y lograr nuestras metas y objetivos.
Eso es, dibujar en el futuro nuestras metas y objetivos para hacer en el presente las cosas que nos llevarán a conseguirlos. ¡Gracias por compartir!