¿Recuerdas una situación en la que estuvieras muy cansad@? Llegas de trabajar, hacer la compra, recoger a los niños… Después de cenar y recoger, te sientas en el sofá y no consigues relajarte ¿te ha pasado alguna vez? A mí sí, y hoy quiero compartir contigo un recurso ancestral que me ha servido en estos casos.¡Levántate y baila! Ya te estoy oyendo… “pero si no puedo con mi alma, ¡cómo voy a bailar!”. No estoy hablando de marcarse unas sevillanas o una rumba, no es el momento, ¿o sí? Vamos a ver cuando empieces. Lo que te planteo es algo más sencillo: balancea suavemente tus caderas, puedes escuchar música o tenerla en tu cabeza, o cantar, tal vez te apetezca hacerlo mientras te lavas los dientes o terminas de recoger la cocina. Permite que tu energía se active y vuelva a moverse por tu cuerpo, desbloquéala de tus caderas, es fácil. ¿Qué tal te sientes ahora? Es posible que en este momento, con otro cuerpo, te apetezca seguir haciendo actividades o simplemente relajarte un poco, ahora sí es posible que lo consigas ;D
Te invito a probarlo y luego si quieres a compartir los resultados, o los recursos que tu tengas y te sirvan, seguro que podemos aprender mucho de ti.