La mayoría comparten algunas características: llegaron un día, con sueños y temores a un tiempo, con ganas de hacer cosas diferentes, de mejorar su vida, de superar y superarse, de sentirse mejor, eran unos auténticos inconformistas. Muchos de ellos tenían el apoyo de los suyos y sabían que se exponían a recorrer nuevos caminos, escenarios desconocidos, a salir de lo de “todos los días”.
Empezamos a trabajar, yo les expliqué un poco qué era esto del coaching, ellos confiaron en mí y empezaron a abrir el abanico de experiencias, sensaciones, deseos y temores, tomaron conciencia de sus capacidades, de lo que ya eran, aparecieron obstáculos y con ellos, acciones realistas para superarlos.
Yo presenciaba el espectáculo en primera fila, compartiendo con ellos emociones, ilusiones, risas, incoherencias, éxitos y también tropiezos… ¡y otra vez arriba!En todos los casos, un día mi trabajo terminó, y siguieron su camino, ya de forma completamente autónoma; ya no me necesitaban, habían logrado materializar el cambio que querían, o estaban en el camino de conseguirlo. Me despedí y mantuve el lógico distanciamiento, era momento de dejarles volar. A pesar de la distancia, después de un tiempo, muchos de ellos comparten conmigo sus logros, recibo un mail, un sms…: “Lola, solo quería que supieras que ya he conseguido aprobar aquel examen que me propuse, que estoy haciendo ese Master en Estados Unidos, que he conseguido trabajo en España y empiezo una nueva vida, o que voy a exponer mis cuadros en esta feria que te envío…”. En todos los casos, solo puedo sentir la satisfacción de la alegría compartida, la admiración por la determinación con la que han perseguido sus sueños, superando en ocasiones obstáculos considerables. Para mí son un estímulo, un ejemplo y personas con las que he tenido la gran suerte de aprender… mucho. Han impactado en mi vida más de lo que ellos se imaginan, en los buenos procesos de coaching pasa eso, a ellos les sirve, y a mí también. Después, cuando soy yo la que me planteo cambios en mi propia vida, me doy cuenta de cómo me influyeron sus procesos. Valga este post para compartirlo, agradecérselo y felicitarles.