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La enfermedad, los problemas serios en el trabajo, las dificultades en la pareja, el estrés, los problemas económicos, los conflictos, las pérdidas… todos ellos tienen algo en común: a no ser que tengamos un nivel de desarrollo personal nivel “premium”, es muy frecuente que vengan acompañados de importantes caídas en nuestro nivel de energía vital, y entonces estamos cansados, nos sentimos enfermos, dejamos de pensar con claridad, estamos irritables, aparecen los problemas de sueño, los musculares, los digestivos… ¿te suena?
El afrontamiento, la solución y/o la aceptación de cualquiera de las situaciones descritas, pasa por empezar restituyendo la energía vital perdida. ¿Y cómo se hace eso? Pues voy a ser muy poco original, la única forma de recuperar estos niveles es cuidarnos. Así de sencillo. ¿Y cómo nos podemos cuidar? Por si has perdido la costumbre, te doy algunas ideas… 😉: mímate mucho – como haces con todas esas personas a las que quieres… 😉 -, aliméntate bien – con comida sana, fresca, nutritiva, con suficiente aporte de vitaminas, proteínas, minerales, líquidos, carbohidratos, fibra… -, muévete – sal a pasear, practica yoga, baila… – , mantente en contacto con la naturaleza – sal a la calle todos los días a que te dé el aire, escápate al campo o a un parque, ponte un ratito al sol… -, baja el nivel de revoluciones – practica la contemplación, la relajación, la meditación, la respiración, el “hacer nada”… -, reduce la vida social estresante, cuida tus hábitos de sueño y mantente alejado de las pantallas; ya sólo esto, puede ser un muy buen comienzo. Va a ocupar parte de tu día, pero te aseguro que merecerá la pena, a veces tenemos que parar un poco para coger impulso… 😉 ¡es cuestión de prioridades! ¿Estás entre ellas?
Para los que me habéis preguntado, recordaros que será en mayo cuando hagamos el taller de asertividad. Cuídate mucho, de verdad… y piensa que saldremos más sabios de esto y nos reiremos… 😉