El hueco que dejamos

Cuando nos vamos a vivir a otro país, vivimos muy en primera persona los cambios a los que nos enfrentamos: las diferencias culturales que experimentamos, el nuevo idioma, las nuevas temperaturas, las cosas que añoramos, las personas a las que echamos de menos, los hábitos que poco a poco vamos cambiando, los nuevos lugares que empezamos a frecuentar…

En cierto sentido todo es nuevo para nosotros, y aunque los desafíos están garantizados, también nos encontramos una parte muy positiva: ¡estamos empezando una nueva vida!  Y eso es maravilloso… es volver a empezar, de cero, sin prejuicios ni ideas preconcebidas, por nuestra parte, ni por parte de los demás hacia nosotros, es un verdadero regalo.

En ese “trajinar”, estamos muy atareados en nuestra nueva vida: hay tantas cosas que hacer, tanta gente nueva a la que conocer, tantos nuevos clientes que conseguir, tantas palabras que aprender, tantos papeles que hacer, tantos sitos a los que ir por primera vez…

Estamos tan ocupados que no nos damos cuenta del hueco que dejamos. Me ayudaron a verlo mis compañeras de Damelamano en la reunión de la semana pasada, especialmente Katia Pinal y Patricia Valenzuela.

Cuando te vas a vivir a otro país, tú te vas, pero ellos se quedan, y es inevitable que tus seres queridos sientan el hueco que has dejado , y que no les guste la sensación, y que te sientan lejos, porque es cierto que tú estás lejos, que ya no estás allí, y que ya no les dedicas tanto tiempo como les dedicabas.

Es lógico… tienes una nueva vida por delante, tienes un trabajo de integración que hacer, y eso lleva tiempo, recursos y energía, y es bueno que hagas ese proceso. ¿Eso significa que ahora te vas a olvidar de “ellos”? No, eso significa que necesitas readaptarte a la nueva situación, y que ellos también necesitan pasar por algunos ajustes psicológicos.

Ellos necesitan tiempo, han sufrido una pérdida y están pasando el duelo correspondiente a toda pérdida. Lo expresarán de la forma que sepan hacerlo, en ocasiones habrá reacciones que no sepas interpretar…  Dedica tiempo a entenderles y a entenderte…  Escuchar, explicar, leer y aceptar  te ayudarán, nos ayudarán.

Con el tiempo se irá produciendo un ajuste, ellos poco a poco irán llenando tu hueco ¡claro! Es normal que así sea, ellos necesitan el afecto que tú les dabas y si tú no estás ahí, será muy bueno que busquen otra forma de conseguirlo, y tú seguirás encontrando otros afectos aquí. ¿Eso cambiará la relación? ¿Eso les cambiará a ellos? ¿Eso te cambiará a ti? Te lo garantizo… La buena noticia, es que todos esos cambios son buenos, por el camino habrá mucho crecimiento personal, para ellos también, pero especialmente para ti. Vivir en el extranjero es una oportunidad maravillosa para desplegar nuevos talentos, para descubrir en ti capacidades que antes no hubieras ni imaginado que tenías… Alguien decía, con mucho acierto: ¡Necesitado te veas! Pues eso…

Si necesitas apoyo en este proceso de integración, no dudes en contactar conmigo; todavía me queda mucho por aprender, pero empiezo a tener un poquiiiiiiiiiiiiito de experiencia que pondré encantada a tu servicio.

Publicado por Lola Hernández

Psicóloga y coach afincada en Múnich (Alemania). www.coachingenmunich.com. Más info en este enlace: https://coachingenmunich.com/about/

11 comentarios sobre “El hueco que dejamos

  1. Me encantó!! Gracias por este post! Personalmente me ha tocado varias veces estar de ambos lados: tengo por costumbre partir con frecuencia y parece que es algo que he heredado ya que toda mi familia, en distintos momentos, ha tomado la misma elección. Yo creo que hay dos grandes oportunidades cuando «te vas»: una es aprender a estar, compartir, acompañar de nuevas maneras, con más creatividad y atención, y la otra (y fundamental) es la de amar de verdad, es decir, amar con desapego. Gracias por hacerme reflexionar y volver a mirar qué tanto estoy aprovechando esas oportunidades. Un abrazo!!!

    1. ¡Gracias a ti Ana! Como no podía ser de otra forma viniendo de tí, además de lo grato de leerte, aportas más conceptos, y amar con desapego es uno muy bueno que muchos estamos necesitados de poner más en práctica, al menos, yo… Un beso enorme y no me cabe duda que seguirás aprovechando oportunidades. A ver si nos vemos «pronto»…

  2. ¡Qué buen post Lola! Y me encanta la idea de Ana, de «aprender a estar y a acompañar de nuevas maneras» y sin apego. Pienso que también para el que se queda es así; el que se queda también tiene la oportunidad de aprender a acompañarte y a amarte celebrando cada uno de los pequeños pasos que vas dando, celebrando tu crecimiento y nosotras el de ellos, aunque no lo podamos festejar o compartir como antes. Pienso que es un gran reto aprender a seguir acompañando a los de allá, sin dejar de dedicarte a los de acá. Que si va a darse un alejamiento, que sea natural, de a poco, dándole su tiempo a los procesos. En fin, tantos aprendizajes para «los que se van» y «los que se quedan». Un beso!

    1. Sí Gaby, yo también pienso que el truco es planteárnoslo como algo que tenemos que aprender, aunque a veces el aprendizaje tenga algunas aristas, si no perdemos ese enfoque, es más fácil y le podemos encontrar más sentido al camino. Otro beso y ya veo que con el cumple también te ha llegado más sabiduría, jaaaaaaaaaaaa jajajaja. Buen finde compi.

  3. Emigrar es un proceso complejo y tiene consecuencias sobre los que se van como sobre los que se quedan, El mundo se hace mas pequeño cada vez y cada vez aparecen nuevas razones que provocan movimientos poblacionales. Es posible que conforme pasa el tiempo sea necesario que de alguna manera se organice instruccion sobre los problemas que plantea la emigracion. Puede ser que este fenomeno se vuelva parecido al que pcurre con las profesiones, cuando hay que instruir y formar a los estudiantes en las posibilidades de que antes de que termine su vida les sea necesario cambiar a veces radicalmente su profesion,

  4. Gracias Gabi por este articulo tan reflexionante.
    Cuando yo me fui no me di cuenta de ese hueco que deje tampoco.
    Y aunque ha sido muy dificil adaptarse, mi forma teraupetica ha sido
    hacer un documental sobre este tema y como el volver es complicado.
    Me encantaria compartir mi documental-todavia en fase de produccion- contigo y con el blog.
    Hija Prodiga
    http://vimeo.com/36455931/settings
    codigo: bunuel

  5. Hola. Soy Ana Anabitarte y desde hace 17 años trabajo como corresponsal del periódico El Universal de México, uno de los más importantes del país, en Madrid. Les escribo porque estoy haciendo un reportaje sobre jóvenes españoles que hayan emigrado a Alemania por la crisis económica que vive España y querría saber si ustedes me podrían poner en contacto con alguno que sea licenciado. Si me pudieran ayudar se lo agradecería mucho. Mi mail es anaanabitarte@hotmail.com
    Un saludo.
    Ana

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: