Yo he empezado a hacerlo y siento que me va a sentar muy bien.
Durante bastante tiempo he coqueteado con la idea de la meditación: algún día me he puesto música, he cerrado los ojos, me he sentado cómoda, con la espalda recta y he hecho «nada». El resultado ha sido una sensación de relajación bastante agradable.
Después de unos días de estrés, me he decidido de una vez por todas a hacerla de forma sistemática, pues además he empezado a escuchar hablar de meditación con bastante insistencia y cuando uno se topa con algo de forma persistente, somos muchos los que pensamos que hay que tenerlo en cuenta, ¡pues por algo será!
Además, los mensajes relacionado con la meditación me han llegado de personas que tienen una opinión que yo aprecio mucho: Graciela Otero (una amiga del alma que estudió conmigo Psicología), Ana Spósito (mi querida Coach, a la que por fin he podido abrazar), Paloma Perlado (una gran amiga y también compi de la Facultad, que hace Terapia Breve: EMDR) y Mercedes Tena (mi super compañera de Coaching en Crecer – Crecer).
En ocasiones todo se acelera a nuestro alrededor, se suceden acontecimientos, estímulos, ideas y sentimos que formamos parte de un torbellino del que no podemos salir, en el que no sabemos parar. En este estado de cosas, sentimos que nosotros somos ese torbellino, nos confundimos con él pues con frecuencia nos cuesta separarnos de las experiencias e incluso de las emociones que experimentamos… Lo interesante es que nosotros somos más, MUCHO MÁS que las emociones que sentimos.
Creo que la meditación puede ser un buen vehículo para iniciar un camino en el que tomar contacto con uno mismo, fuera de esos más o menos eventuales torbellinos. Allí estamos en una especie de nada o de todo, según se mire, y nos damos cuenta de que podemos parar, conectamos con otra dimensión más profunda en la que importa poco cuántas llamadas tengo que hacer o a qué hora salen los niños del cole… No digo que esto no sea importante, pero sí que es igualmente importante y complementario, para tener una vida equilibrada, que nos permitamos tener un pequeño espacio para «salirnos» del bullicio.
Hay miles de técnicas para meditar, hay libros, vídeos, post, cintas, revistas… disponibles. En otro momento me habría puesto a investigarlas y por el camino me habría cansado y habría olvidado la posibilidad de meditar. En este momento, he empezado con 5 minutos en la posición que comentaba al principio, 3 veces por semana, luego ya tendré tiempo de ampliar… pero como digo siempre, por favor ¡metas realistas! Para que podamos cumplir con ellas y lo más importante… disfrutarlas.
Si te animas tú también con la meditación, ya me contarás y… ¡Que disfrutes mucho de tu espacio!
Hola Lola
Soy Sento desde Valencia.
Yo tambien he empezado a hacer meditación. Por lo general voy a correr 40 min y como estoy agotado mi mente no tiene tanta fuerza así que es el momento perfecto para relajarme.
Yo como tu ahora solo me centro en la respiración y me podre a investigar más adelante pero si sabes algo nuevo y practico avisa.
Gracias por tu aportación Sento, esa es una muy buena idea, aprovechar el cansancio físico que nos proporciona el «bendito» deporte para después relajarnos…
Yo cada día estoy más «enganchada» tanto al deporte, como al descubrimiento que ha supuesto para mí la meditación; es un lujo hacer una «parada técnica», desconectarte y entrar en una especie de estado en el que todo se detiene. ¡Es un gustazo!
Gracias de nuevo y que sigas disfrutando.