Exigidez y Realistez eran dos amigas muy amigas que se querían mucho, pues se conocían desde hacía mucho mucho tiempo y habían compartido muchas experiencias vitales importantes, prestándose mucho apoyo la una a la otra.
Las dos eran encantadoras, trabajadoras, buenas personas, pero había una diferencia grande entre Exigidez y Realistez: su forma de planificar y los resultados que obtenían con ello.
Como eran muy amigas, hablando un día se hicieron un mismo propósito: plantar árboles para repoblar el planeta, pues veían que estaba muy necesitado de ayuda humana.
Exigidez se dijo,- ¡qué buena meta! Ahora tengo una buena causa a la que dedicar mi tiempo, la semana que viene voy a plantar un árbol cada día: el lunes uno, el martes otro, el miércoles otro… ¡qué ilusión! Voy a ser la mayor plantadora de árboles del planeta – Y se fue muy contenta a trabajar, le contó a todo el mundo lo que iba a hacer y la gente la miraba con admiración… ¡oh! Exigidez… ¡eres la caña d’España!
Realistez sin embargo, se dijo… – ¡qué bien! ¡Cómo me motiva hablar con mi querida amiga Exigidez! Hemos definido una meta realmente genial. Ahora voy a ver cómo la integro en mi día a día. Teniendo en cuenta todas las cosas que hago cada semana: trabajar, me encanta bailar, ver a mis amigos, limpio, cocino… el día de la semana que tengo más despejado para plantar árboles es el sábado, así que voy a plantar un árbol cada sábado, ¡qué bien!
Después de un intenso fin de semana, llegó el lunes y Exigidez recordó su propósito de plantar un árbol cada día… ¡se sintió abrumada! Y pensó… – bueno… YO LO VOY A INTENTAR y ya si eso… planto alguno menos… – Llegó el martes, y se sintió un poquito más abrumada, el miércoles… su ánimo iba decayendo… – ¡no consigo nada de lo que me propongo! ¡Soy un desastre! ¡No puedo confiar en mi misma!… ¡Qué van a pensar de mi los demás! –.
Cuando llegó el domingo y comprobó que no había plantado ningún árbol… lejos de reducir su planificación, se dijo: la semana que viene voy a plantar 2 árboles cada día… así al menos planto uno… que si no me obligo UN POCO… ¡¡no voy a hacer nada!!
Pasaron 3 meses, Exigidez y Realistez se volvieron a encontrar, se contaron sus experiencias y resultados: Exigidez había plantado 1 árbol… Realistez 12… y lo más importante era cómo se sentía cada una de ellas… Ese día Exigidez aprendió que “vale más un gramo de acción que una tonelada de intención” y lo tuvo en cuenta desde ese momento, cada vez que se planteó conseguir algo nuevo… y colorín colorado, este cuento lo sigues tú con lo planificado… ;D
Y tú… ¿a qué personaje te quieres parecer?
Me encanta Lola, que bueno!! ya ves… como me siento identificada con este cuento, sobretodo con la versión de Exigidez, jejej, bueno te animo a seguir en la linea cuentera o cuentista, como se diga, que además siempre una historia sencilla contada con un ejemplo metafórico se nos queda mucho antes que igual decirlo simplemente. Feliz semana y a tomar nota!! Un besazoooo
Gracias Merche! Yo empecé siendo una «Exigidez» muy exigidez… y después de un apasonante camino lleno de aventuras… Ahora puedo decir que cada día soy más «Realistez», aunque Exigidez de vez en cuando viene a recordarme que si me descuido… puede volver en cualquier momento. Ha sido mi primer cuento, ójala la inspiración llegue más veces en esa dirección y haya muchos más… Yo estaré atenta… Un besazo y gracias
¡Me ha encantado este cuento! Imagino que está dirigido a todas las Exigez que deberían ser más Realistez… Me llevo muchas cosas buenas, sobre tdoo lo de «más vale un gramo de acción que una tonelada de intención!
Gracias María! Efectivamente… somos muchas Exigidez… demasiadas… y Realistez nos ha dado una buena lección en este cuento. Ya te contaré que tengo más planes hablando de cuentos… ¡Suerte con los tuyos el domingo! ;D
Lolaaaaaa!!!! que bueno. Y que real…. Voy a intentar acordarme más de este estupendo cuento para ponerlo en practica…. Gracias, hermana querida. Besazos.
Ejem ejem… ¿has dicho… INTENTAR…?