„El psicólogo no me ha hecho nada”, “el tratamiento del psiquiatra no ha tenido ningún efecto” o “el proceso de coaching no me ha servido” son algunas frases que a lo largo de mis años de profesión he tenido ocasión de escuchar. Dándole un toque humorístico al tema, no puedo evitar imaginarme a uno de estos profesionales con una capa y una barita mágica en la mano, cada vez que me hacen algún comentario como este 🙂
Y es que no amig@s, los profesionales de la salud mental o del desarrollo personal no somos magos, no tenemos la capacidad de obrar milagros tampoco, pues carecemos de recursos divinos. Nosotros solo somos simples profesionales, que contamos con una formación, una experiencia y un repertorio de recursos que ponemos a disposición de las personas que se dirigen a nosotros y a los que la verdad poco podemos aportar cuando no asumen un papel 100% activo en su proceso, cuando en definitiva no asumen su responsabilidad y su compromiso en el camino de mejorar su bienestar emocional.
Borja Vilaseca, en su altamente recomendable libro “Encantado de conocerme” lo explica muy bien: en el proceso de desarrollar nuestros rasgos de personalidad, hemos aprendido a reaccionar de una forma ante las distintas situaciones que se nos presentan, que se convierte en una pauta automática e involuntaria de respuesta. Ante esa situación, cuando nos hacemos conscientes del perjuicio que nos puede estar causando reaccionar de esta forma, podemos elegir reaccionar de una forma no automática, sino proactiva y voluntaria para poco a poco ir entrenándonos en generar respuestas que se traduzcan en un mayor bienestar emocional. Como decía Paco Yuste, mi profe y tutor en coaching, esto no es gratis… 🙂 hay que tomárselo en serio, asumir la responsabilidad y comprometerse porque si no, la pauta que hemos adquirido automáticamente va a seguir reproduciéndose de la misma forma.
Así que hoy te desafío, a ti que quieres incrementar tu bienestar, a que dejes de esperar que el psicólogo, el coach o el profesional al que acudas “te haga algo”, a que dejes de buscar soluciones fuera (que mi marido cambie, que mis hijos sean buenos, que cambien a mi jefe, que mi compañera me trate bien…) que solo dentro de ti puedes encontrar para que empieces a obrar cambios en tu interior, para que poco a poco empieces a poner en práctica nuevas formas y pautas de respuesta, para que utilices todo tu potencial (tienes un montón, eso ya te lo digo yo… 🙂 ¡todos lo tenemos!) , a que en definitiva trabajes en tu desarrollo personal, en tu autoconocimiento, a que utilices las mil y una herramientas que tienes a tu alcance.
Hoy más que nunca tenemos un montón de información y recursos a nuestra disposición, la clave es, además de leer sobre ellos… HACER algo con esa información. Si ves que te pierdes siempre puedes acudir a un profesional que te apoye en el proceso, pero solo tú puedes HACER lo que necesitas HACER para sentirte mejor. La buena noticia es que merece la pena hacerlo 🙂
¡Qué bueno, Lola! ¡en la diana!
Gracias Maria! Solo cada uno de nosotros podemos operar los cambios que queremos para tener una vida mejor. Tu lo sabes bien! Gracias por comentarlo 🙂
Cuando alguien acude a un profesional, es el profesional el que tiene q hacerle ver todo eso y si no lo consigue, es que no es lo suficiente bueno!
No te quepa duda Davinia, asi es. A veces a las personas nos cuesta ver las cosas pero es importante tener delante un profesional que nos ponga delante de la realidad. Gracias por comentar! 🙂